La portada de este año ha sido todo un reto que he querido convertir en un juego. ¿Cómo explicas a la gente que no conoce nada sobre esta ciudad el incidente que ocurrió hace 60 años?
En el año 1957 tuvo lugar una de las escenas más simbólicas para muchas familias de la ciudad: La Tombà de les Falles (la tumbada de las fallas). Ese año, por una serie de circunstancias se echaron abajo casi todos los monumentos que estaban plantados en la calle a manos de una tromba de gente disconforme con unas medidas excesivas que se tomaron en aquel tiempo. Un movimiento popular que ocurrió en plena dictadura franquista.
Como es un tema único en las fallas (y en Torrent), quise crear un símbolo para la portada. Al final viajé al taller del artista fallero y empecé a hacer fotos. Entre todos los ninots, encontré un molde viejo de una cabeza de ninot. Un molde de los que se usan para hacer el muñeco de cartón. Y me enamoré.
Viejo, desvencijado y lleno de polvo, todo él era un símbolo de aquel alzamiento popular, como si habláramos del derrocamiento de una estatua en medio del pueblo. Es más, estoy casi seguro de que ese fue el sentimiento de aquellas personas: ¡el ninot ya ha muerto, larga vida al ninot!
Sus ojos están opacos y no tienen vida.
El juego de la portada radica en el hecho de que para leer toda la información del llibret (y en especial el lema principal) el lector tiene que tumbar el llibret para poder leerlo. De esta forma, el lector se hace protagonista de La Tombà.
El tono general de la portada es muy frío, y se ha creado a propósito. Ese año no se quemó ninguna falla en Torrent. De hecho, hasta 10 años después de este suceso no se plantaron fallas en la ciudad. Por eso que los tonos elegidos son totalmente opuestos al calor del fuego y de la fiesta. El color verde de la portada nos da sensaciones totalmente contrarias a las fallas. Esa noche no se vivieron las fallas.
Espero que os guste.